martes, 20 de abril de 2010

Capitulo Primero

Me incorporé rápidamente hacia delante jadeando, como si acabara de despertar de la pesadilla mas horrible que haya podido imaginar, escuchando el sonido de mi voz ahogada en sus propios alaridos mientras toso fuertemente, gotas de sudor recorren mi rostro, intento mantener una respiración pausada y mis ojos se adaptan poco a poco a la prácticamente total oscuridad que me rodea.

Miro de un lado a otro mientras mis manos palpan una sabana, mi cuerpo reposa sobre una cama en un cuarto oscuro…

¿Donde estoy?...mi cabeza da vueltas como si hubiera pasado la mayor de mis resacas, y mi mente ahora me juega una mala pasada, soy incapaz de recordar…ni siquiera mi propio nombre.

Me tiemblan las manos, lentamente trato de incorporarme y mis pies descalzos tocan el frío suelo de la habitación, mis movimientos son torpes como los de un niño pequeño aprendiendo a andar, y el mareo no hace que resulte mas fácil.

Palpando la pared abro la puerta y unos rayos del sol me golpean en la cara, con rapidez intento hacer sombra con mis brazos mientras recupero la vista pero mis piernas fallan y tropiezo cayendo al suelo y golpeándome la cabeza

La oscuridad me envolvió de nuevo.

Imágenes difusas, una avenida con coches, motos y demás vehículos, cientos de personas caminando de un lado a otro, el murmullo de la gente solo es superado por el ruido del motor de los vehículos, me encuentro caminando por las calles de una ciudad que no reconozco, algo me hace mirar a mi lado y observo como tengo cogida la mano de una persona, esta al darse cuenta de mi mirada me sonríe y se acerca a mi para besarme.

Despierta.

Vuelvo a incorporarme rápidamente, mirando hacia mí alrededor, intentando encontrar la persona que me hablo… ¿en sueños?, tal vez el golpe me hizo alucinar pero a la vez recordar una parte de mi memoria.

- ¿Hola? - me incorporo lentamente mientras me hago a la idea de donde estoy- ¿Hay alguien aquí? – preguntas obvias sin respuesta, miro a mi alrededor, parece una especie de comedor, bastante amplio, la luz que me cegó provenía de unas ventanas al fondo, me acerco lentamente hacia ellas para intentar recordar algo.

Cuando me asomo hacia el exterior una ráfaga de aire me golpea lentamente en el rostro, aspiro una bocanada como si fuera la primera vez, y fijo mi vista por el balcón, todo esta parado, quieto, muerto…

Vuelvo para adentro pero me paro en seco, y giro hacia fuera para echar otro vistazo, mi cara pronto va cambiando de asombro a terror, no se escucha nada, no hay sonido, ni vehículos en marcha, ni personas por la calle…ni siquiera se escucha el sonido de los pájaros…

No hay comentarios:

Publicar un comentario