lunes, 31 de mayo de 2010

Capitulo Segundo -4

Las cámaras de los soldados eran un caos, todas mostraban imágenes difusas, aceleradas, o difuminadas, y el contacto por radio no era mucho mejor, al parecer todos los soldados hablaban a la vez, entre los gritos la voz del sargento intentaba anteponerse a la de los demás sin mucho éxito.

-Rodríguez…Sargento….Sargento me escucha…- El cabo Lorenzo se había acercado el micro de los cascos a su boca e intentaba comunicarse con ellos pero era prácticamente imposible- Sargento que ocurre

De repente nos dimos cuenta de que solamente 3 de las 5 cámaras seguían operativas, de las demás, una de ellas tan solo mostraba el suelo arenoso y no se movía, otra había perdido la señal y las interferencias era lo único que quedaba, estaban muriendo…los soldados que formaban el equipo de rescate estaban muriendo y no sabíamos contra que se enfrentaban

-Oh dios santo, tenemos que ir a ayudarles, señor debemos…- El conductor del Uro había alcanzado nuestra posición y movía sus manos con nerviosismo

-Cálmese soldado- le interrumpió Lorenzo quien ante todo mantenía la compostura en esa situación- sargento me escucha

Una de las cámaras se coloco delante de una puerta y de una patada la abrió, mientras gritaba a sus compañeros que le siguieran, las otras dos tan solo mostraban continuadamente ráfagas del Hk contra una multitud que se les echaba encima, no lográbamos distinguir al enemigo.

-Vamos maldita sea…refúgiense- hablaba en voz alta, con los puños cerrados, estaba alterado, el ver a mis compañeros en problemas sin poder hacer nada, era una situación angustiosa.

Una de las cámaras enfocaba de nuevo la puerta de la casa abierta, frente a ella un marine agitaba su brazo mientras lanzaba ráfagas de fuego con su Hk intentando cubrir a sus compañeros.

La tercera cámara se había distanciado de sus compañeros, viendo la imposibilidad de acceder a ellos había optado por marcharse corriendo por un callejón, su respiración era agitada y acelerada, Lorenzo aumento la pantalla del soldado y comenzó a hablarle

-Soldado David se está alejando de sus compañeros- ¿David? Joder las cosas cada vez iban peores, mi compañero estaba de mierda hasta el cuello, en territorio hostil

-Señor…no puedo ir hacia ellos, esas cosas, esas cosas no atienden a razones, oh dios mío asesinaron a Roberto, lo acuchillaron a sangre fría…oh dios aun puedo escuchar sus gritos…Jesús ayúdame- David hablaba entre sollozos y no era para menos, en aquella situación

-Soldado tranquilícese, está entrenado para esta clase de situaciones, intente llegar hasta una posición elevada para…- Una ráfaga de disparos sonó de nuevo, David estaba disparando, delante dos figuras le habían asaltado pero había logrado derribarlas, una de ellas se levanto tambaleándose y una nueva ráfaga de munición acabo con ella

-Oh dios…oh dios…por favor…- David estaba aterrorizado

-Soldado tranquilícese, estamos aquí con usted- el cabo comenzó a sudar, su voz se notaba temblorosa asimilando lo que sus ojos veían

-Oh dios santo…son civiles…Jesús son civiles, están locos- el soldado buscaba un cargador para cambiar a su arma, mientras miraba de un lado a otro los balcones de las casas que daban al pasillo. Siguió corriendo unos metros perseguido por gritos de personas, la mala suerte hizo presencia en forma de muro, el callejón había acabado

-Marine busque una puerta tiene que salir de ahí.

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