jueves, 20 de mayo de 2010

Capitulo Segundo

12 Días antes

Dos vehículos atraviesan el desierto, un vehículo ligero parecido a un todoterreno dirige la marcha seguido de cerca por un camión.

El transporte militar daba tumbos haciendo que los ocupantes de dicho vehículo se tambalearan en su interior, varias figuras ataviadas con uniforme militar permanecían en silencio, tan solo roto en ocasiones por la tos de alguno de ellos.

Juan se encontraba pensativo, con la mirada perdida mientras intentaba averiguar porque le habían sacado del campo de tiro con rapidez, y sin respuestas lo habían introducido en un convoy hacia algún destino perdido del desierto de Afganistán.

Odiaba la arena pero se había acostumbrado a ella, y al calor, ese maldito calor pegajoso que en ocasiones era insoportable.

Levanto la vista hacia sus compañeros, 1, 2, 3…eran un total de 6 personas ahí atrás, todos con el traje de camuflaje, remangado por los brazos, con el parche de la bandera española cosida en ellos y la HK reglamentaria entre sus manos, uno de ellos un tipo mayor con una gorra llamo su atención durante unos segundos, era un sargento…Rodríguez musito entre sus labios, era el nombre de aquel hombre, recordó como se había presentado ante ellos y les había informado de la misión, “tácticas militares”… y una mierda no enviarían a un sargento si esto no fuera serio.

-Que piensas- una voz a su izquierda interrumpió los pensamientos de Juan mientras ladeaba su cabeza hacia ella.

Era David, un hombre de 27 años, un amigo, miraba a su compañero con esos ojos oscuros y su barba caracteristica de unos cuantos días de más que según él, le hacían sentirse más...como decirlo, varonil.

-Nada importante, tan solo suposiciones – conteste mientras miraba de reojo al sargento.

-No le quitas ojo eh- musito David mientras se rascaba la cara con expresión de interrogación – esto son más que “tácticas militares” seguro que ha pasado algo gordo.

El soldado miro al sargento y devolvió la mirada de nuevo a Juan.

-He oído que una patrulla ha comunicado el aviso de apoyo a base, al parecer se han encontrado con algo que…

-Ya vale – le interrumpí – sea lo que sea hemos venido para solucionarlo, se nos informara a su debido tiempo y paso de los rumores, siempre inventan gilipolleces sin sentido...

Unos golpes procedentes de la cabina del conductor sonaron fuertemente, el teniente comprobó su pistola antes de enfundarla de nuevo y se froto las manos, estábamos llegando al destino.

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